El oso pardo cantábrico es una subespecie de oso pardo, más pequeña, por ejemplo, que sus parientes los osos grizzlies americanos, pero
que guarda un considerable tamaño: 150-250 kg los machos y unos 150 kg las hembras.
Tiene un color de pelo de lo más variado: negro, pardo, gris, dorado, y cualquiera de las gamas de estos colores.
Epoca de celo aparte, como dicen los lugareños: "el osu se mueve por comida".
En invierno, donde la comida escasea, hiberna en cuevas naturales o bien, en angostas cuevas que ellos mismos excavan en la tierra,
siempre en laderas pendientes y de difícil acceso. De todos modos, están en aumento los casos de osos que no hibernan; este parón,
sin embargo, es ineludible para las osas parideras, que se preparan para el parto durante este preiodo de hibernación.
La primavera es el momento de mayor actividad del oso pardo: sale de la hibernación y si es osa paridera pare a sus oseznos (de 1 a 3),
y los alimenta con su leche; el oso en este periodo necesita moverse buscando comida, para saciar el hambre que le ha provocado este parón invernal.
Además, se une a ello el celo, que se da desde finales de abril, hasta principio de junio.
En esta época, el macho de oso pardo busca a las hembras para aparearse y tener descendencia. En este proceso, si encuentra hembras con
crías pequeñas, puede llegar a intentar matarlas, para que la hembra necesite entrar de nuevo en celo, y poder así aparearse con ella.
Este suceso cruel, pero natural, se da en contadas ocasiones.
La hembra con crías se situa en territorios agrestes, de difícil acceso, muchas veces cercanos a poblaciones, con el intento de alejar
a los grandes machos, que rehuyen todo lo que pueden al ser humano.
La alimentación es a base de brotes de gramíneas; el oso pasta en calveros de piornales y en canales de roquedos calizos. También se alimenta de
umbelíferas, sitas en arroyos o prados de mayo. Por último, buscan la proteína que dan las carroñas de animales muertos (jabalís, venados, rebecos,
ovejas, vacas, etc.)
Es en este periodo primaveral, cuando el oso tiene más trabajo, cuando estás más despistado por la acumulación del mismo, especialmente el celo,
cuando está más andarín, y por tanto cuando se les puede ver con mayor facilidad. En Somiedo, puedes verlos en la zona del
cordal de Villaux, desde Las Morteras, o en el mirador de Orderías.
También en las zonas de Urría y Guá, y desde Villar de Vildas (este último, los primeros meses de primavera).
En verano el oso continúa comiendo umbelíferas en arroyos o prados húmedos, y comienzan a visitar cerezales, incluso los más cercanos a los
pueblos. Es el mes de agosto el que da un gran aporte energético al oso, gracias a la maduración del escuernacabras y del arándano, dos de las
comidas estrella del gran mamífero.
Aparte, el oso se busca el sustendo, saqueando colmenas y buscando restos de carroñas de animales, sean somésticos o salvajes.
En este periódo, con días más calurosos, el oso pierde parte del pelo y se muestra más delgado. Suele moverse por canchales, en busca
de comida, y muchas veces, en las partes altas de los valles.
En Somiedo se les suele ver en la sierra de Peñalba, desde La Peral o La Llamardal. También en Castro,
a principios, donde bajan a comer higos.
El otoño es una época complicada para las osas con crías, porque según venga la estación y el alimento que traiga, hará que
la camada avance o no. La alimentación en estos meses es a base de las bellotas de roble, hayucos, castañas y avellanas.
También las zarzamoras, serbales y madroños.
En general, los ataques a ganado o a animales silvestres es escaso.
De todos modos, las reglas generales no sirven demasiado para los animales, que se mueven a su libre albedrío por su casa, que son
las montañas y los valles.
Somiedo es mucho más.
Cocina de alta montaña, en la que la carne es protagonista.
Centro de Interpretación del Parque Natural de Somiedo.
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